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BRONCES DE
SERGIO

SALA DE EXPOSICIONES CENTRO CULTURAL CONDE DUQUE
MADRID 2003
SERGIO, ESCULTOR DE BRONCES
Sergio Blanco comenzó por «hobby», modelando en cera
soldados en miniatura en el mejor taller de España de
esta especialidad y uno de los tres mejores del mundo, y
enseguida pasó a modelar, en cera, las «estatuillas» que
luego se convertirían en bronces. Desde entonces ha
tratado de compaginar las exigencias y disponibilidad de
su trabajo como cantante, con la escultura,
reconociendo, no sin pena, que las dos opciones a la vez
resultan bastante incompatibles.

Pese a que
ha accedido tarde a la escultura, como profesión, su
éxito le ha llegado pronto, en el momento en que empezó
a darse a conocer en exposiciones individuales a partir
de Julio de 1998; los encargos oficiales y a la venta a
coleccionistas y particulares lo han constatado. Su
popularidad como escultor en estos últimos cinco años,
es consecuencia de su esfuerzo personal, por su
meticulosidad y el tipo de obras que realiza, tarda
muchas semanas en modelar una figura, lo que le
convierte en uno de los mejores escultores en bronce, de
España. Por sus méritos propios se ha convertido en un
artista acreditado, admirado y justamente destacado,
sobre todo en sus dos grandes especialidades: las
esculturas ecuestres y los personajes históricos.

SERGIO nos presenta en esta exposición su obra
escultórica, en bronce, que sin lugar a dudas «va a
cantar» por si sola, es la obra de un escultor
figurativo realista y meticuloso en la línea del gran
Benlliure, pues son ya veinte años los que lleva
modelando estas «estatuillas», que con el tiempo han ido
creciendo, no en cantidad, pero sí en calidad y sobre
todo en altura y peso. Piezas que en la fundición
artística, por el procedimiento de la «cera perdida» (el
clásico el de siempre). Pasaran a convertirse en bronces
eternos; no olvidemos que una escultura en bronce es
para siempre para nosotros, para nuestros hijos y para
los hijos de nuestros hijos.
Desde que logré montarle la primera exposición de sus
bronces a Sergio Blanco (a lo que siempre se negaba por
estar pendiente de sus galas o de sus giras por la
América Hispana, con «El Consorcio») sus escasas
esculturas han viajado por ocho comunidades autónomas,
siempre en exposiciones individuales; desde Madrid a
Barcelona, de Valencia a La Coruna y desde Burgos a
Córdoba, pasando por Santander, Lugo, Estepona, etc.
Los bronces de pequeño formato de SERGIO que ocupan ya
un sitio preferente en algunas casas de la clase media
se han hecho más grandes en los cuatro últimos años,
porque el escultor quiere, como es lógico, que sus obras
salgan de las cuatro paredes de una casa particular y
pasen a formar parte de las buenas colecciones de un
museo, como está ya sucediendo, pues seis de sus figuras
históricas, militares y civiles las «han adquirido»
cinco museos de España: Madrid (cuatro esculturas).
Barcelona y Estepona.
De su obra escultórica baste decir que alrededor de la
mitad de sus figuras están «agotadas», ya que sus
bronces corresponden a ediciones numeradas y limitadas y
algunos son <<pieza única» (no más de siete ejemplares)
o son propiedad de organismos locales. estatales, etc.
Las obras escultóricas del bilbaíno representan una
combinación de figuras históricas y militares, aunque
también las hay civiles. De los treinta bronces
expuestos en este centro cultural, lugar idóneo para
poder presentar al público de Madrid, estas esculturas
en Bronce, el setenta por ciento de ellas son ecuestres,
con gran protagonismo del caballo. Ya que a Sergio
Blanco se le puede colocar entre los mejores artistas
españoles de comienzos del siglo XXI en esta difícil
especialidad de la escultura.
LOS CABALLOS Y EL
DEPORTE
Sergio Blanco hace realidad
los aires del caballo: paso, trote o galope, estando
magníficamente representados en sus «deportes
ecuestres». por dos jockeis en el hipódromo, sobre
caballos pura sangre: uno de ellos al paso y el otro al
galope. También el escultor se ha adentrado en el mundo
de la «alta escuela»; siendo sus obras más conseguidas
el «Jinete portugués» con el caballo en levada y la
titulada «Paso español», en la que un caballo de esta
raza inicia ese movimiento con la mano extendida.
Las
figuras de pequeño formato, ecuestres, dedicadas a los
<<cuerpos montados españoles» y a los «personajes
históricos a caballo», de sus comienzos en el
naturalismo (desde mediados de los años 80 a los 90, del
pasado siglo), que han salido de las manos del escultor,
como el General Castaños en Bailén, de 26 cm. de altura
y 3 kg. De bronce, el «Oficial de Estado Mayor» de gala
(1841) de 24,5 cm. de altura y 3,5 kg. De bronce, así
como el «Coracero de la Guardia Real» de Juan Carlos I
de 30 cm. de altura y 5 kg. De bronce, están ya
agotadas, quedando únicamente, en este último tamaño, la
moldeada por SERGIO que representa a un «Guardia Civil»
de diario en 1885. El <<Teniente de Aviación» de gala,
con el primer uniforme propio del cuerpo (1926¬1931),
completa el conjunto de bronces militares españoles,
pero, por supuesto, esta vez sin caballo.
Sergio
Blanco, en su primera época, anterior a 1985, cuando
intervenía en Madrid, al lado de su mujer: Estíbaliz, en
el musical «Jesucristo Super Star», que fue cuando lo
descubrí como escultor, había modelado unas piezas en
«pequeño formato». En estilo impresionista: «Pastor con
su perro» y «Vasco con el yunque», que al verlas no se
puede pensar más que en el francés Rodin; lo mismo que
en el «Violonchelista» y el «Flautista». En las que el
público ve a Casals y a Falla, aunque el segundo no
tocase la flauta. Sin embargo, el «Buscador de oro» se
aproxima más al belga Meunier, cercano a los
impresionistas. Los recuerdos de su juventud le llevaron
a modelar uno de sus escasísimos bronces ecuestres en
«pequeño formato», de su primera época: «Rodeo».
Producto de su pasión por el Oeste americano, siguiendo
el camino del norteamericano Remington.
Una de las últimas
esculturas en bronce de SERGIO es el «Golfista», en
pleno movimiento, obra maestra que es todo acción (en el
cuerpo, en las arrugas de la ropa, en el giro del palo),
y tiene una altura de 50 cm. y de ella se harán un
máximo de treinta copias. Como todas las obras del
bilbaíno ha sido realizada en el taller de fundición con
la técnica más tradicional, por el procedimiento de la
«cera perdida» y los medios más sofisticados de
fundición en bronce, consiguiendo de esta forma unos
resultados insuperables, tanto por su alta calidad como
por su exquisito acabado. El pulido a mano y la patina
final, así como la peana de madera, completan el trabajo
artesano.
BAZAN Y CERVANTES
En «personajes históricos» ya sean a pie o a caballo,
Sergio Blanco es un número uno nacional, porque, entre
otras razones, ningún escultor de nuestros días dedica
tanto tiempo como el a esta especialidad tan complicada
del modelado, en donde los detalles y la minuciosidad de
una de estas obras figurativas es fundamental. Sus
esculturas en bronce (el 99% numeradas) rozan la
perfección y a los otros escultores, los «comerciantes
del arte», no les interesa perder tanto tiempo en una
figura histórica.
El
año 1999 fue una fecha determinante en la trayectoria
artística del escultor, por los importantes en-cargos de
figuras históricas que termina y entrega, como «Don
Álvaro de Bazán», de unos 80 cm. de altura y 24 kg. De
bronce, propiedad de la entonces E. N. Bazán, como pieza
única (no más de siete ejemplares); uno de los cuales ha
pasado a ocupar un sitio de privilegio en el Museo Naval
de Madrid, que está considerado como uno de los mejores
de Europa, o sea, del mundo, y otro ejemplar se puede
ver en la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas
(Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional),
también en la capital de España.
La escalada escultórica de
Sergio Blanco continuó con la entrega solemne, por el
ministro de Defensa, el 2 de junio de 2000, en Madrid,
de las seis primeras esculturas en bronce, que salieron
de sus manos, del «Soldado Miguel de Cervantes», al
término de la batalla de Lepanto, en 1571: como premios
anuales concedidos por el Ministerio a partir de esa
fecha. Los 55 cm. de altura v 11 kg. de bronce del joven
infante español, que luego escribiría «El Quijote»,
forman parte ya del currículum vitae destacado de este
escultor y uno de los ejemplares de esta serie, no
numerada. ha sido regalado por el Ministerio de Defensa
al Museo Naval de Madrid.
No cabe duda que SERGIO es
el número uno nacional en personajes históricos a
caballo, habiendo comenzado la serie que ahora continúa
a un tamaño ya importante, tipo boceto o estudio. de
alrededor de 40 kg. de bronce, como es el caso de Don
Rodrigo Díaz de Vivar «El Cid» (con una cota de malla de
5.000 anillas), que pasta ahora. ya esta agotada, era la
obra cumbre de sus esculturas ecuestres, no solo por su
tamaño (72 cm. de altura y 42 kg. de peso). si no porque
es tan magnífica (8 meses de trabajo), que ha sido
solicitada para que el público la contemplara en las dos
exposiciones nacionales, conmemorativas del IX
Centenario de la Muerte de «El Campeador», en: Burgos
(1999) y Valencia (2000), figurado, como es lógico, en
ambos catálogos de sendas muestras, y uno de los siete
ejemplares de la serie (pieza única) lo ha comprado Caja
Segovia, para su Patrimonio, y eso que el de Vivar, no
tuvo o nada que ver con la capital castellana.
EL
GRAN CAPITÁN
El
bilbaíno no termina con el gran héroe castellano de
nuestra historia y presenta, por primera vez, en esta
exposición madrileña, la figura ecuestre de don Gonzalo
Fernández de Córdoba. «El Gran Capitán», más o menos a
la misma escala que «El Cid»: 68 cm. de altura. 75 cm.
de longitud, 30 cm. de anchura y 42 kg. de bronce, de la
que se fundirán siete ejemplares, como máxima (lo que se
denomina «pieza única»), con motivo de celebrarse en
este año, en Córdoba el 550 aniversario de su nacimiento
en Montilla.
Una pieza de
museo, realizada con el asesoramiento iconográfico e
histórico-militar del que esto escribe, para no caer en
los errores acumulados en los dos últimos siglos. La
escultura es tan magnífica que ya ha sido solicitada
para la exposición que tendrá lugar entre los meses de
octubre y noviembre, en Córdoba y según nos ha informado
el Comisario de esta exposición titulada «El Gran
Capitán): de Córdoba a Italia al servicio del Rey»
ocupará un sitio de privilegio en el centro de una de
las dos salas museísticas de la capital andaluza,
esperándose la visita de SS.MM. los Reyes para la
segunda quincena de octubre.
Sergio
Blanco va a continuar en esta Línea de los personajes
históricos a caballo, en bronce, por supuesto, y en
ediciones muy limitadas, piezas únicas de no más de
siete ejemplares, que podrán alcanzar los 50 kg. de peso
y en estos momentos esta finalizando de modelar al gran
Rey Carlos III «El mejor Alcalde de Madrid», muy
relacionado, históricamente, no solo con la capital, si
no con otras muchas localidades de España como: San
Lorenzo de El Escorial. Aranjuez, Segovia, etc. Esta
escultura será un poco mayor que las dos anteriores
ecuestres y se presentará en la exposición de Sergio
Blanco que tendrá lugar en el próximo mes de septiembre
en el Torreón de Lozoya, de Segovia.

Aunque los
personajes históricos que están saliendo de las manos
privilegiadas del bilbaíno tampoco van a acabar en el
gran Rey que nació y murió en Madrid, y con esa idea, ya
se han establecido los primeros contactos para la
continuación de estas figuras ecuestres en bronce, de
tamaño museístico, como la del general de Caballería
Diego de León,, un personaje de la historia romántica de
España que ha pasado a la posteridad con la aureola,
legendaria, casi mítica de «La primera Lanaza de España»
o «La mejor lanza del reino>>. Nacido en Córdoba en
1807, león se portó bizarramente en la primera guerra
Carlista, al frente de los Húsares de la Princesa, y al
final de su corta vida, cuando había sido nombrado
Capitán General de Madrid, fue apresado, juzgado y
condenado a muerte por haber participado en el intento
de asalto al Palacio Real del 7 de octubre de 1841;
sentencia que se ejecutó ocho días después en las
inmediaciones de la puerta de Toledo de la capital de
España.
Otros
posibles nombres de la historia de España que se barajan
para que los lleve al bronce SERGIO, teniendo en cuenta
que su producción a estos tamaños es de uno, dos o como
máxima tres piezas al año, son: Santiago Apóstol
(caballero en la batalla de Clavijo). Patrón de España,
de la Caballería, etc.; el Rey madrileño Alfonso XIII,
cuyos restos volvieron por fin a España y descansan en
el monasterio de El Escorial, en una de las muchas
revistas v juras que presidió a caballo en la Castellana
madrileña; el General Arsénico Martínez Campos, natural
de Segovia, el artífice de la Restauración que proclamó
en Sagunto al hijo de Isabel II como Rey Alfonso XII,
etc.
DUQUE DE AHUMADA
El
coronamiento de SERGIO, como escultor va a ser, sin
lugar a dudas este año 2003, premio a su esfuerzo y
acierto, con la inauguración de su primera escultura
monumental (2,30 m. de altura y 700 kg. de bronce,
incluida la base) del Teniente General don Francisco
Javier Girón y Ezpeleta, «Duque de Ahumada», fundador y
primer director de la Guardia Civil, con el uniforme de
gala del Cuerpo, en los años 1844-1854, con sus bandas y
condecoraciones: sacado después de un exhaustivo trabajo
icnográfico, uniformológico y armamentístico del que
esto escribe, sin olvidarnos del estudio profundo de las
condecoraciones que tenía el general en estos años. El
día 12 de abril, unos días después de escribir este
texto se habrá inaugurado, en la Plaza del Duque, de
Valdemoro (Madrid) este monumento público monumental quo
conmemora el bicentenario del nacimiento del Duque de
Ahumada. Una segunda copia, de esta estatua ya terminada
se instalará, así mismo, en este año 2003, antes del 12
de octubre, en la Academia Especial de la Guardia Civil,
en Aranjuez, logrando, de esta forma nuestro escultor su
último salto a la gloria, en donde esperemos que
permanezca muchos años.
Para
realizar estas estatuas monumentales, el escultor ha
llevado a cabo cuatro estudios o bocetos definitivos, en
bronco, de 1,15 m. de altura y alrededor de 80 kg. de
peso, que los han adquirido el Ayuntamiento de Valdemoro
(tres) y la Dirección General de la Guardia Civil, como
pieza única (no más de siete copias). Uno de estos
ejemplares lo ha donado el Ayuntamiento de Valdemoro, el
pasado mes de marzo al Colegio de Guardias Jóvenes de
Valdemoro «Duque de Ahumada», y otra de estas esculturas
ha servido para modelar en barro, por el procedimiento
de puntos, al doble de so tamaño, el original del que se
ha obtenido en la fundición el molde correspondiente que
ha servido para fundir los dos esculturas públicas
monumentales, en bronco, de Valdemoro y Aranjuez.
ALFONSO DE CARLOS
(Comisario de la Exposición)
Miembro de las Asociaciones Madrileña
y Española de Críticos de Arte.
Numerario del Instituto de Estudios Madrileños
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